Fundamentalismos...

Regocijado por el fin de un par de pinches informes, empiezo mi lectura más culpable, esa después de la meditación y la hora diaria de estudio matutino, la lectura de los periódicos del día, la de "lun" y otros de su especie.
Normalmente existe en este medio o en "la cuarta cibernética" u otro de la tribu, más de alguna noticia bizarra o extraña, que lisa y llanamente me descoloca lo suficiente como para dedicarme unos minutos a pensar en ella. Y entre las columnas de hoy asoma una que no hace de este día una excepción: el agradable y simpático rostro de un pastor estadounidense, Mr. Robertson, bonachón, medio hobbit, medio abuelo, medio saint nicolás; todo un ícono de la comunidad cristiana gringa, me lleva a la primera reflexión social del día.
Sin dudarlo entiendo que su rostro no se expone por sus grandes acciones en favor del amor universal, ya que el título del artículo es escalofriante: "Pastor pidió por la tele que asesinen a Chávez"

Y confirmo entonces que esta es una de esas noticias, que me dan para pensar algo más, para dedicarle unas letras, para el blog.

Hace un tiempo ya, que me convertí al vegetarianismo, y en este andar, más de lo que quisiera, me encuentro con muchos "vegetos" que son tanto o más radicales que este pastor, capaces de manifestarse frente a un macdonal o un matadero, por el hecho de matar animales para comerlos, que te repudian si te ven comiendo cadáveres, que se asquean de el puro olor a asado. En mi caso, en el que el cambio ha sido muy armónico, no me preocupa lo que otros coman, solo espero que lo hagan en conciencia... lo que coman es su tema y está basado en sus propios principios y esperanzas, si otros hacen un asado, yo sin problema coloco mis verduras en la misma parrilla (ya que no soy alérgico).

Por otro lado, como mi opción de ser vegetariano proviene de la conciencia (o eso me ha hecho creer mi mente) entiendo que hay fines superiores que mantener mi cuerpo libre de proteinas animales, y si, como Ghandi, que llegando de visita a una humilde casa, te entregan su mayor tesoro que es un trozo guisado de cadaver, con la misma humildad se come y se agradece por lo comido, sin fundamentalismos que en vez de unir... separan.

Hoy veo con estupor, como seres que viven en torno a palabras como amor o dios, hacen todo lo contrario y en vez de vibrar con la armonía incluyente del amor, vibran en las exclusiones del odio. Si tan solo le pusieran una barba, Mr. Pat seguro que es igual a Osama.