Creciendo con la "Tía Pucherito"

En este camino de vida, que hoy me tiene sumido en el mismo sinsentido, he buscado magos, oráculos, brujos, médicos, doctores, gurúes, para dilucidar parte de mi embrollo, para encontar mi centro.
En este loco derrotero, encontré un hermoso par de oidos, que me llevaron más allá de mi mismo, hacia mi centro....
María Pastora, terapeuta floral (me pregunto si ella veía "Angel, la niña de la flores"), me atendió con gran diligencia y mucha consideración (es baratera además) y con todo el tiempo del mundo me escuchó y dijo solo lo suficiente, así como la pitonisa de Matrix, solo lo que necesitaba oir.
Hoy entregado a esta extraña mezcla de brandy y flores, agradezco a Bach por el trabajo de descifrar las flores, a la licencia médica de que estoy gozando (o a medias, ya que igual paso a la oficina), a mis jefes por no hecharme, y hasta al"tío memo" que me caía como un plomo, por ser parte del proceso en el cual, la Tía Pucherito, pasó a ser esta hermosa terapeuta cósmica.