Las relaciones y el amor

Amigos, largo tiempo ha pasado antes de escribir este texto, que ha sido un compromiso conmigo mismo bastante postergado. Mas allende el tiempo, escribo letras e ideas, que quisiera compartir con ustedes.

Intrincado ha sido el camino o el reencuentro con el camino de la soltería luego de tantos años de ejercicio del matrimonio, y de éste asomaron una serie de interrogantes acerca de la forma de establecer relaciones; desde el simple hecho de fijar una cita, hasta intentar otra vez el camino de una vida en pareja.

Pensando y más que nada sintiendo acerca del amor y las relaciones, muchos conceptos se han agolpado y de comentar, escribir, debatir y observar, alguna nociones creo se han aclarado en mi muy traviesa mente.

Primero y premisa transversal a todo mi ser, el amor es real y existe en todo y en todos, pero como a la belleza, no todos pueden verlo. Por ello el que me digan que con amor todo se puede, para mi vale como precepto universal, pero el amor que todo lo vence no busca establecer relaciones, se relaciona por si mismo en el puro hecho de amar, como hizo Cristo. Buda y otros grandes maestros. El amor es la meta, no la relación que nace del amor.

Nosotros con una visión más terrenal del amor tendemos a asociar amor con relación, siendo que el amor siempre está presente y las relaciones concientes no. Entiendo que estamos conectados con el cosmos, pero mi conexión con seres lejanos es cósmica y por ahora, no conciente en plenitud.

Por ello, comencé a pensar acerca de las relaciones; primero porque nos relacionamos, que nos motiva a establecer determinada relación con alguien o algo en particular. Normalmente cada relación guarda un propósito, no siempre claro entre las partes; pero siento que las relaciones más intensas no tienen propósito particular en su ser. Una madre se relaciona con su hijo, únicamente por amor y no espera (o no debiera esperar) determinada respuesta, solo ama y el amor genera la relación que no guarda más razón que caminar un camino juntos.

Ahora bien, también de mucha importancia es entender que las relaciones, son formas de intercambiar amor … o desamor. Y la relación con un torturador, por ejemplo, que pudiera ser de odio, también es una relación. Evidentemente hay relaciones positivas, donde de intercambia amor acrecentándolo y otras negativas, donde más bien se intercambia desamor (u odio). Por ello normalmente se piensa que toda relación es positiva, y me parece que aun cuando esté basada en amor (o carencia de éste) no todas las relaciones son así.

Por ello al establecer relaciones, intuitivamente pensamos en querer generar relaciones positivas, enriquecedoras, donde simplemente se acreciente el amor; pero esas son las que preferimos, no las que tememos. Sin embargo, creo que para generar armonía hemos de trabajar en relaciones constructivas y dejar las otras de lado, mas no por ello sin amor.

Hoy entiendo y siento, que puedo amar a mi enemigo, pero evidentemente no por ello intentaría construir una relación con él (aunque la tenga…). Lo puedo amar, pero no haría negocios con él, o no sería su pareja. Por ello, puedo amar a una mujer y entender que juntos no construimos y es mejor alejarse… con amor. Entiendo el desapego como parte del camino del amar.

Hoy siento, como el amor es un campo que se entrega sin esperar y las relaciones normalmente se construyen con propósitos determinados, y que aún habiendo amor, a veces la mente con sus propósitos y metas, impide generar relaciones positivas… lo cual no implica falta de amor.

Un abrazo a todos en este Día del Amor.