Mis fetejos

Parece como si siempre hubiera algo que empeorar, y en este llanto, me río de lo que veo, de mi mismo.
Como de costumbre mi cumpleaños lo pasaré en terreno, en algún acogedor lugar como el de la foto, en compañía de mis amigos y de mis seres queridos.
Como mis amigos están en todas partes y quiero a todo el mundo, en el fondo esta aseveración es más que un sarcasmo, es una idea cuasi real.
Con pitutos y sin computador, con cumpleaños y sin celebración, con alegría, pero profundamente deprimido, viajo, como casi siempre, en la espera de verme a la cara.... descubrirme, llorando; y de verme, testigo de mi, llorando llantos sin sentido, alumbrando lágrimas sin razón, comprender que todo ha sido otro espasmo onírico de mi afiebrado espacio mental.
De don Mario, unas letras que no sé por que... hoy me evocan más que ayer.
Rostro de vos
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.
Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.
Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.